Solsticio de Invierno

Cada Solsticio de invierno, nuestro padre y abuelo, Carlos Barrios, compartía con nosotras las enseñanzas que había recibido de sus Maestros de linaje Mam acerca de este significativo momento.

Ellos le contaron que durante el Solsticio, conocido en el idioma Maya K’iche’ como Nuch Lu Pam Ri Q’ij, que significa “el estómago del sol está pequeño”, el Padre Sol se asienta en una de las esquinas del cielo, para así dar inicio a un período de cinco días de descanso. De acuerdo a las enseñanzas de los abuelos sabios, en este tiempo de descanso del Padre Sol nosotros también debemos hacer una pausa. Esta posición del Sol nos obsequia un momento de quietud y reflexión que transitamos acorde a las energías del Cholq'ij, el Sagrado Calendario de la Vida.

Esta enseñanza que llego por medio de la tradición oral, nos hizo mucho sentido al ver que se podía comprobar al observar la naturaleza. Si prestamos atención, podemos ver que durante esta época los árboles botan sus hojas y toman un tiempo de receso, varios animales se retiran a hibernar y hasta el mismo Sol se da unos días de descanso. Pero, en estos tiempos modernos, nosotros esperamos ser productivos todo el tiempo, nos presionamos a mantenernos activos. No obstante, todo a nuestro alrededor nos está enseñando que la tranquilidad y el tiempo para conectarnos con nuestro ser también son esenciales. Usemos estos cinco días como una valiosa herramienta para recargarnos y explorar nuestro interior. 

Estaremos compartiendo las energías que emergen con cada uno de estos cinco días para que, como dicen las abuelas y abuelos, todos podamos caminar este tiempo de Solsticio en sincronía con el Cholq’ij. 

Durante estos cinco días, podemos tomar un momento al atardecer para realizar una meditación. Encender velas blancas, amarillas y rojas con el propósito de avivar el Fuego Sagrado, que actúa como la luz que nos ilumina durante este período en el que nos dirigimos más hacia nuestro interior. 

Que sea un hermoso Solsticio! 

~Eline y Denise