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Energía del Eclipse: Un Portal hacia la Transformación

El cosmos no es un espacio desconectado de nosotros; sus movimientos nos hablan, sus ciclos se conectan con los nuestros. El pueblo Maya ancestral estaba plenamente consciente de esto. Eran grandes astrónomos y astrólogos, algo que podemos observar en la orientación astronómica de sus ciudades, en sus calendarios y en los escritos ancestrales que registraban los movimientos de Marte, Venus, el Sol, la Luna y, por supuesto, los eclipses. En el Códice Maya que se encuentra en Dresde, por ejemplo, podemos encontrar una tabla que no solo registraba los eclipses ocurridos en su región, sino también aquellos que sucedían en otros lugares, incluso si no eran visibles desde Mesoamérica, pues ellos comprendían el movimiento energético que estos eventos generaban en nosotros.


Ahora estamos a la víspera de momentos de eclipses, y la energía que nos cuentan los grandes abuelos y abuelas que emerge con estos eventos puede ser desafiante. Ancestralmente, cuando ocurría un eclipse, las personas salían a tocar tambores, flautas o incluso ollas, para que estos sonidos pudieran ahuyentar las energías negativas que podrían estar presentes con la apertura del portal que trae el eclipse. Las enseñanzas que mi papá, Carlos Barrios, recibió de sus maestros, y que yo heredé de él, nos cuentan que el eclipse es un momento de alineación entre las energías de la Luna, la Tierra y el Sol, creando una oscuridad momentánea.


La Abuela Luna es la guardiana de los ciclos, de la introspección, de lo oculto y lo emocional. El Sol es luz, energía expansiva, fuerza y acción. El momento del eclipse, en el que nos encontramos ante una oscuridad temporal, nos invita a enfrentar lo que está en la oscuridad, a conectar con ese Sol, que, alineado con la Tierra, ilumina nuestras sombras y a ver esas revelaciones internas que surgen cuando la luz se apaga.


Este no es un momento al que debamos temer, sino uno que debemos honrar, pues trae consigo tanto oscuridad como iluminación. Nos recuerda que en los momentos de sombras se oculta una sabiduría profunda y transformaciones poderosas por recibir.


El cielo siempre está conversando con nosotros. Ahora, el fuego interno de la Abuela Luna se enciende, señalando un profundo cambio a nivel interno y humano. El corazón de la Abuela Luna se abre hacia nosotros, sin filtros. Conectemos con ella, y en este tiempo de eclipses, recibamos la invitación de estos eventos a pausar, reconocer lo oculto, soltar lo que ya no nos pertenece y habitar el poder de la transformación.


 
 
 

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