Queridos compadres, Tat y Nan, Abuelos, discípulos, amigos, practicantes y estudiosos de la Tradición Maya: Con todo nuestro corazón les estamos enviando estas consideraciones a cerca del Wayeb’, que comienza hoy.
Estas adquieren una importancia especial en este momento y debemos prepararnos con claridad y determinación, ya que aunque el proceso es individual, la fuerza que genera la unidad, aumentará el grado de consciencia de la humanidad.
Un gran abrazo y muchas bendiciones,
Carlos Barrios

EL WAYEB
El WAYEB’ se celebra durante un periodo de 5 días que anteceden al mes POP, que es el inicio del año HAAB’.
El WAYEB’ nos prepara física, mental, emocional y espiritualmente para recibir con plenitud al nuevo año y el nuevo cargador.
Como por las actividades que cada uno tiene y dado que estas fechas no son de importancia para el mundo occidental, se recomienda tomar un momento durante cada uno de los 5 días del WAYEB’, para adentrarnos en sus pasos o preceptos.
El WAYEB’ es considerado como un periodo de transición, conocido en occidente como los días muertos, los días aciagos o los días perdidos. Para el mundo tradicional Maya, es un tiempo de abstracción, es un tiempo de introspección, de reflexión, de encuentro con nuestro ser interno.
Es el espacio-tiempo en que podemos estar con nosotros, en el cual hacemos una revisión de nuestra vida y el propósito de nuestra existencia, en el que proyectamos nuestro destino, es un periodo de resurgimiento. La revisión nos lleva al reconocer nuestras acciones y lo que estas crearon tanto positiva como negativamente. Lo que nos ha sucedido tanto por nuestra intervención, como por los eventos que surgieron sin esta.
Los días del WAYEB’ se manejan bajo estos preceptos: EL REVISAR, EL RECONOCER, EL ACEPTAR, EL DEFINIR, EL PROYECTAR.
Adentrarnos en el WAYEB’ es hacer un trabajo de consciencia, es tener la prestancia para encontrarnos con nosotros mismos, aquí no vamos a mentir a nadie, a dar explicaciones ni excusas, pues estamos frente a frente con nosotros… El propósito es hacer una revisión y una proyección, es determinar qué en la vida nos interesa y qué nos es inútil y tomar decisiones para reconfigurarnos.
LA REVISION El primer día es para hacer una revisión de la vida, de quienes somos, si estamos conformes con ella. Se pueden anotar los acontecimientos que nos han sucedido. Si el año anterior hicimos una proyección, qué de esto logramos y qué no, qué factores influyeron. Qué de todo esto nos es útil y qué ya no lo es.
EL RECONOCERSE Este día lo dedicamos a reconocernos, es decir a tomar conciencia de quienes somos en realidad. Tenemos que tener el valor de confrontarnos e ir a lo más profundo de nuestro ser a nuestro interior y así definirnos. Nos guste o no lo que somos, lo importante es tener claridad.
EL ACEPTAR Este día lo dedicamos a el Aceptar, es decir que luego de la Revisión y el Reconocerse y tener claridad de qué y quiénes somos, nos toca el ir aceptando punto por punto lo que somos, lo que hacemos, cómo lo hacemos, por qué y para qué estamos en este punto de nuestra vida. El recuento en este presente es lo más importante y si logramos ir al detalle tanto mejor. No se trata de hacer un juicio más bien es un recuento y aceptar nuestro estado en este momento.
EL DEFINIR Este día parece fácil, pues se trata de definir, después de haber finalizado los procesos conscientes de la Revisión, el Reconocerse y el Aceptar. Sin embargo es lo más difícil, pues se trata de determinar qué somos en realidad, qué queremos de eso que somos y qué necesitamos eliminar de nuestras vidas. Se trata de fijar objetivos claros que nos lleven hacia donde queremos ir durante nuestra existencia… de tomar determinaciones sobre lo que esperamos de esta… si queremos que sea trascendente o si estamos conformes con lo que hemos logrado… se trata de definir la continuidad que queremos darle a nuestra vida.
EL PROYECTAR Se le ha llamado también RESURGIMIENTO o RENOVACION. Este día es en el que tomamos las determinaciones para el nuevo Ciclo que comienza o para la nueva forma de vida que hemos delineado. Este es un trabajo profundo, en el que a sabiendas de nuestras capacidades y limitaciones, hacemos la proyección de nuestro futuro.
Es un Resurgimiento, ya que el haber trabajado en las fases anteriores nos permite tener más claridad para proyectarnos. Es una Renovación, pues al hacer un proceso de interiorización podremos llevar a cabo una recapitulación honesta y consciente, ya sea del último ciclo o de toda nuestra vida y así hacer una renovación de nuestro ser de una forma integral.
Tomemos en cuenta que en la cultura occidental no se está acostumbrado a una disciplina de esta naturaleza, muchas veces nunca se hace un planteamiento así de delineado.
Este es un tiempo para ponernos en armonía con nosotros mismos, con la Madre Tierra, con los demás seres vivos, incluyendo los humanos.
Es un espacio para encontrar la calma, buscar la quietud y adentrarnos al Corazón Universal, para tener la capacidad de percibir la Creación y ser parte de la inmensidad del Cosmos.
"Cuando empezamos a movernos hacia el interior, poco a poco empezamos a conocernos a nosotros mismos, nuestro verdadero ser y nuestra esencia".
(A través de este artículo queríamos compartir una carta que mi papá, el Abuelo Carlos Barrios, compartió en uno de sus últimos Wayeb’.)
Comments